martes, 17 de febrero de 2015

¡Eureka!

    Herón II, rey de Siracusa, pidió un día a su pariente Arquímedes (aprox. 287 a.C. - aprox. 212 a.C.), que comprobara si una corona que había encargado a un orfebre local era realmente de oro puro. El rey le pidió también de forma expresa que no dañase la corona.
     Arquímedes dio vueltas y vueltas al problema sin saber como atacarlo, hasta que un día, al meterse en la bañera para darse un baño, se le ocurrió la solución. Pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo que estaba sumergido. Si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de la misma y a continuación podría compararlo con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona. Si los volúmenes no fuesen iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro.
  A consecuencia de la excitación que le produjo su descubrimiento, Arquímedes salió del baño y fue corriendo desnudo como estaba hacia el palacio gritando : "¡Lo encontré! ¡Lo encontré!".
    La palabra griega "¡Eureka!" utilizada por Arquímedes, ha quedado desde entonces como una expresión que indica la realización de un descubrimiento.
    Al llevar a la práctica lo descubierto, se comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro de su mismo peso. Contenía plata que es un metal menos denso que el oro.

sábado, 14 de febrero de 2015

Mecánicismo de Descartes

Generalmente el mecanicismo intenta explicar la realidad en términos de materia en movimiento, aunque también podemos encontrar teorías filosóficas que sin considerar a la mente en términos materialistas dan de ésta explicaciones mecanicistas, como ocurre en gran medida con las leyes de la asociación de Hume.
Aunque encontramos tesis mecanicistas en la antigüedad, es a partir del Renacimiento cuando esta teoría tiene mayor importancia y profundidad. La ciencia moderna es mecanicista, y ya Galileo introduce las ideas básicas de este punto de vista. Los dos elementos característicos del mecanicismo moderno son los siguientes 
  • distinción entre cualidades primarias y cualidades secundarias: las cualidades secundarias son los colores, sonidos y sabores, y son subjetivos; no son rasgos de las cosas sino meros efectos de ciertas combinaciones de materia sobre nuestras mentes. Las cualidades primarias son las cualidades objetivas, las cualidades que realmente poseen las cosas (figura, número, tamaño y movimiento). Esta clasificación la introduce Galileo y será aceptada por Locke y Descartes;
  • rechazo de la causalidad final: las explicaciones aristotélicas del mundo natural consideraban imprescindible la referencia a la causalidad eficiente para la explicación del mundo natural, pero también a la causalidad final y a la causa formal. Las explicaciones mecanicistas rechazan la causa final, y, de la causa formal,  sólo aceptan las formas matemáticas, bien geométricas como la figura, bien otras puramente cuantitativas, como el tamaño la cantidad y el movimiento.
      Descartes aceptó el mecanicismo respecto del mundo físico o res extensa, precisamente en estos dos sentidos:
  • consideró que hay propiedades que atribuimos a las cosas pero que en realidad son una mera consecuencia de la constitución física de nuestros sentidos (las cualidades secundarias) y hay otras propiedades que realmente se encuentran en las cosas, propiedades describibles matemáticamente y de las que cabe, por lo tanto, claridad y distinción. Recordamos que para Descartes la característica básica de las cosas materiales es la extensión (longitud, anchura y profundidad), que es un rasgo puramente geométrico y cuantitativo;
  • en el mundo físico todo es consecuencia de los cambios dados con anterioridad (causalidad eficiente) y no de una supuesta causalidad final inscrita en las cosas. La totalidad del mundo material puede tratarse como un sistema mecánico, y no hay necesidad alguna de introducir o considerar otra clase de causas que las eficientes. La causalidad final es una concepción teleológica y no es adecuada para la física. Ello lleva a rechazar la existencia de almas o principios vitales ocultos en los seres vivos, y de formas substanciales en los seres inertes. Los principios puramente cuantitativos, materiales y mecánicos que utilizamos para explicar los seres no vivos nos sirven también para explicar los seres vivos.
      Con sus tesis mecanicistas Descartes intenta fundamentar la física moderna, física que, a diferencia de la aristotélica, es esencialmente matemática.





http://es.wikipedia.org/wiki/Mecanicismo
es.slideshare.net/.../el-mecanicismo-cartesiano-y-la-moral-provisional-de
www.lasangredelleonverde.com/descartes-res-cogitans-y-mecanicismo/