Los sofistas son un grupo de filósofos que viven la democracia ateniense del siglo V a.c. Atenas se proclama en ese momento centro de la política, y también de la filosofía. Así, en estas condiciones, aparece este grupo de hombres cultos, creativos y llenos de iniciativa. Oradores, verdaderos pensadores sociales, se presentan como maestros que ofrecen sus servicios e imparten sus enseñanzas a cambio de un salario (muy criticado por los antiguos filósofos, convencidos de que la enseñanza se ejercía por amor a la propia enseñanza, y no por un salario).
En esto radica la
importancia de la educación para los sofistas: La virtud necesaria para obtener
éxito en la vida social y pública se puede aprender con esfuerzo y ejercicio,
por medio del aprendizaje, por lo que no había que ser un alto adinerado para alcanzar
tal objetivo aunque sí que se tenía que disponer de dinero suficiente para
pagar tal aprendizaje. Por esto creía el sofista que estaba en disposición de
impartir esos cursos privados y cobrar por ellos: porque lo que transmitía era
un conocimiento útil, utilísimo, para triunfar en el ámbito social, político y
personal. Un sofista como Protágoras pensará que el éxito de la educación no
llegaría a ser tal si no se ejercitase.
Personalmente, me
agrada la idea. Todos podemos llegar a ser cultos, sabios, pero debemos
ejercitarla con esfuerzo. Al menos, esta mucho mejor que aquella que decía
que la mayoría estábamos condenados
desde nuestro nacimiento, de forma natural, a la ignorancia y sus nefastas
consecuencias.
Escuela Sofista |